Dada la increíble cantidad de correos electrónicos que hemos recibido estas ultimas semanas , cuyos factores desencadenantes no podemos atribuir solamente a la nueva presentación que nuestro humilde blogg presenta, y debido a la aún mayor cantidad de preguntas que nos hacen a diario ( y que sin embargo, siendo varios los que integramos el Círculo no nos alcanza el tiempo para contestar uno por uno), me encargaron mis Hermanos responder personalmente una interrogante que muchos traen a conocimiento: "¿Cual es la verdadera Materia con la que se hace la Gran Obra o Magisterio de Hermes? ¿es el antimonio? ¿sales metálicas? ¿ es el mercurio (vulgar)?", es la duda más recurrente en los incontables mails recibidos.
He elegido para la presentación de esta entrada esta bella obra alquímica del siglo XVII, que tiene como título Cabala Mineralis, de cuyo autor se que se supone es Simeon Ben Cantara, y de quién se tiene pocas noticias.
La primer imagen del primer libro que compone la Cabala Mineralis señala en pocas pero sublimes palabras:
"La mina de nuestro Mercurio es Nuestro Salitre, que no es el del vulgo. Nuestro fuerte Vitriolo penetrante no es el del vulgo. Nuestro Amoníaco no es el del vulgo."
Yo, sinceramente, quiero creer que la mayoría de los lectores que nos siguen no son neófitos en la materia ni tampoco aprendices improvisados. Sin embargo, tengo noticias de personas que llevan años de estudio (por no decir décadas) de la Ciencia de Hermes y aún así todavía dudan de la verdad que está ante sus propios ojos: la Materia de la Gran Obra es Una sola y Única (perdón que sea reiterativo, pero a veces ni repitiendo es aprehendido e internalizado el concepto). Ésta única "cosa" ha recibido miles de nombres a través de los siglos y según los Filósofos: Piedra Dabessi, Ave de Hermes, Pez volador del Mar de los Sabios, León Verde, y una infinidad de nombres más. Tanto es así que hasta se le denominó en un tiempo pretérito como "la Cosa de los mil nombres". Pero los términos más tradicionales son Anima Mundi (Alma del Mundo), Spiritus Mundi (Espíritu Universal), Mercurio filosófico. Esta Partícula, de la que todo lo que existe en el Mundo Sublunar es generado, fue muy bien descrita por el Hermano Roburus en una entrada anterior, además de que todos los textos alquímicos serios la tratan en su parte teórica. Nada más basta poner ésta en el Vaso del Arte y dirigir los Grados de Fuego para que la misma realice su propio destino. El Filósofo Jean de Mehung, en su tratado La refutación de la Naturaleza, pone en boca de la Naturaleza, dirigiéndose al Artista con el que dialoga, estas sabias palabras: "Aquel pues que conoce la Verdadera Materia y la prepara en un recipiente bien cerrado y pone el conjunto en un alambique y mantiene el fuego al debido grado de temperatura, puede dejarme a mi el resto." No es ni más ni menos que una verdad irrefutable. Y el libro Cabala Mineralis reafirma de manera rotunda la sentencia de los Sabios: "La mina de nuestro Mercurio es Nuestro Salitre, que no es el del vulgo."
Ahora bien, el mayor dolor de cabeza que surge en los investigadores del Arte, y yo también la tuve en mis inicios, es que los textos herméticos señalan y hacen coincidir muchas veces la designación de la Materia Verdadera o Materia Primera o Primer Materia, con el de la Materia Prima, y ahí acaece el Laberinto mental. "Tomad Antimonio, el Nuestro, no el del vulgo", nos dicen algunos Adeptos, "Moled Cinabrio", señalan otros, y así por el estilo. Aquí entonces, es necesario recurrir a una interpretación global del texto, y especialmente distinguir cual es la Vía que se tiene descrita. Éste es un escollo grande, y si acaso no se trata más que una de las llamadas recetas "cazabobos" que no tienen ningún sentido ni posibilidad. Saber dilucidar cual de las Vías se trata, además nos indicará directamente un punto importante y que pasan por alto muchos investigadores: la Única Materia, sea el nombre o denominación que se le dé, puede ser: Indeterminada o más bien dicho Universal (o Católica, según algunos textos), o Determinada y/o Especificada. Esta sencilla distinción es la que marea a gran cantidad de buscadores de la verdad. Es Universal, y por tanto cumple por sí misma y de manera autosuficiente todas las fases del Magisterio, al haber sido extraída directamente "virgen", pura, sin que la hayan tocado las manos del Artista o de cualquier otro ser de los tres reinos. En cambio, esa misma Materia recibe la denominación de "Determinada" cuando es extraída de cualquiera de los tres reinos de la Naturaleza, esto es, puede ser un Mercurio filosófico metálico, vegetal o animal. A diferencia de la Materia Universal, el Anima Mundi especificado tiene efectos sobre y únicamente sobre aquel reino del cual fue extraído. Un ejemplo de esto son los famosos "mentruos" que describe el Adepto Weidenfeld en su "De Secretis Adeptorum": esos menstruos son los respectivos Mercurios de cada uno de esos reinos.
Para finalizar: solo quiero compartir con todos ustedes este pequeño tratado traducido por primera vez al castellano. Unas breves palabras: el Primer Libro es de contenido puramente alquímico-operativo. El Segundo libro se los dejo a su interpretación.
ALBUS ARGENTUM.
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