Este
texto extraído de una obra hermética del Presidente Jean D´Espagnet en francés,
es susceptible de múltiples interpretaciones; pero ya más acotado a nuestro
Magisterio, considero que se refiere a las fases que atraviesa nuestra Obra
hasta su conclusión.
Espero sea de provecho y disfrute.
Tiempo de la
Piedra
La
figura aquí descrita es el Zodíaco de los filósofos. Los antiguos han asignado
a cada planeta dos domicilios, excepto el Sol y la Luna que sólo tienen uno,
aun estando sus casas una al lado de la otra. En esta figura cada planeta ocupa
sus propias casas.
En el régimen de la obra filosófica, los
filósofos empiezan operación desde el invierno, es decir, desde Capricornio,
(estando allí el Sol), que es la primera casa de Saturno, y yendo hacia la
derecha se encuentra la segunda casa de Saturno en el signo de Acuario, momento
en el que Saturno, o sea la negrura de la obra, empieza a dominar. Esto ocurre
después del 45 o 50 días, (como lo señala Lulio en el capítulo 39). Cuando el
sol llega a Piscis, la obra se vuelve muy negra, incluso más negra que negro, y
en este momento empieza a aparecer la cabeza del cuervo. Habiendo transcurrido
el tercer mes y al entrar el Sol en Aries, la sublimación o separación de los
elementos comienza a realizarse. Estando el Sol en el signo siguiente hasta
Cáncer, blanquean la obra y cuando está en Cáncer la obra recibe su brillo y su
esplendor perfecto; así acaban los días y el tiempo de la total realización de
la Piedra, o del azufre blanco, o la obra lunar del azufre, reinando entonces
la Luna gloriosamente en su trono y en su casa.
Estando el Sol en Leo, que es su propia
casa, empieza la obra solar. Pero al llegar a Libra, la obra se cambia en una
piedra roja o azufre perfecto.
Respecto a los signos restantes, Escorpio
y Sagitario, están dedicados a la realización del Elixir. Y así esta
maravillosa producción de los filósofos se empieza en el reino de Saturno y se
termina y perfecciona en el de Júpiter.
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